Un Breve Poema de un Día Lluvioso y Un Arreglo de Último Momento.

Creo en la vida, todos los días.
Prefiero los climas frescos,
Y aunque a veces me aburra,
Prefiero la soledad que la mala compañía.

Me aterra, muchas veces,
La muerte de ciertas personas,
Y es inevitable que piense en como seria.

No creo, jamás, encontrar a alguien...
Que me comprenda todo el tiempo.
Más me conformo con que me entienda ciertas veces.

No quiero regalos caros,
Ni compromisos baratos.
Prefiero la simple compañía
De un árbol, o de mi familia.

Aunque parezca difícil,
Es mas fácil que una clase de matemática de primaria
Solo hay que saber leer y entender.

Y lo cierto de todo esto,
Es que me siento bien con solo callar,
Pero estar.

Para aquellos rebuscados,
Que sepan leer entre líneas,
Van a encontrar escondida,
En estas palabras,
Una parte de mi visión de la vida.

Por mas que lo intente, no dejo de pre-ocuparme o de sostener cosas que no me abarcan.
Tal vez te suene absurdo, pero a todos nos pasa distinto.
No recuerdo la última, o primera, vez que haya hecho algo sin pensarlo, por lo menos, tres veces.
Me sobran los dedos para contar las oportunidades que sentí sin que algún pensamiento me interrumpa.
Las veces que mire o leí sin entender por estar ocupándome en alguna idea.
Y la verdad es que no me arrepiento.

Pero hay algo curioso en todo esto, en los momentos que tengo que pensar, hacer muchas cosas y a la vez, ocuparme de varias otras, mas mis necesidades propias, sencillamente me pongo en blanco.
Y eh llegado a una conclusión: simplemente no funciono bajo presión.

Es, entonces, el turno del lápiz y el papel, me ayuda a ordenar un poco mis ideas, mis tareas y mis necesidades.
Separar lo meramente importante, de lo urgente y lo necesario.

No me creo una innovadora, es mas, tengo la ilusión de que en algún lugar del mundo haya alguien con el mismo problema, y no alguien, unos cuantos.
Pero pocos tenemos lápiz, papel y palabras para escribirlo.